Signos y sintomas de alteraciones producto de un frenillo lingual alterado
Atención a los siguientes síntomas en tu bebé

1. Agarre poco profundo al pecho o biberón
El bebé no logra un agarre firme ni profundo, lo que provoca que los labios se inviertan o que aparezcan ampollas en ellos. Esto puede generar dolor al amamantar y una transferencia de leche ineficiente, tanto en pecho como en mamadera.
2. Se queda dormido mientras come
Durante la toma, el bebé parece agotarse rápidamente, se duerme y necesita alimentarse nuevamente en muy poco tiempo (cada 1 a 2 horas). Las tomas se hacen extensas, sin un inicio ni fin claro, lo que puede dificultar la nutrición adecuada y agotar a quien lo alimenta.
3. Se resbala o suelta el pezón/tetina con frecuencia
Durante la alimentación, el bebé suelta el agarre repetidamente, parece frustrado o incómodo, y cuesta mantener una toma continua. Esto vuelve la alimentación una experiencia agotadora y prolongada, tanto para el bebé como para quien lo alimenta.
4. Presenta síntomas digestivos
Es común que aparezcan signos de reflujo, regurgitaciones frecuentes, gases, cólicos, distensión abdominal o hipo. Estos síntomas pueden estar relacionados con una succión ineficiente que favorece la entrada de aire durante la alimentación.
5. Emite clics o chasquidos al succionar
Estos sonidos suelen indicar que el sello oral no está siendo efectivo, lo que genera pérdida de vacío y dificultad para mantener el flujo de leche constante.
6. Se atraganta, tose o se asfixia al comer
La coordinación entre succión, deglución y respiración puede estar comprometida. Esto se manifiesta cuando el bebé tose, se ahoga o tiene arcadas al alimentarse, generando preocupación o miedo durante las tomas.
7. Tiene respiración ruidosa o congestión frecuente
Algunos bebés respiran de forma sonora, roncan o tienen congestión nasal persistente. En ocasiones, respiran por la boca incluso en reposo. Estas señales pueden relacionarse con alteraciones anatómicas o funcionales que afectan la vía aérea superior.
8. No sube de peso adecuadamente
Pese a alimentarse con frecuencia, el bebé no gana peso como se espera. Esto puede deberse a una transferencia ineficiente de leche, producto de una succión débil o mal coordinada.
9. Se le escurre la leche por los lados de la boca
Durante la toma, ya sea al pecho o en biberón, es común ver cómo la leche se pierde por las comisuras de los labios. Esta señal indica que el bebé no logra sellar correctamente con los labios, lo que compromete la efectividad de la succión.
10. Rechaza chupetes o tetinas, o los mastica
En lugar de succionar, el bebé muerde o mastica el pezón, la tetina o el chupón. También es común que los rechace o que no logre mantenerlos dentro de la boca, lo que puede estar vinculado a una disfunción oral.
y no te olvides de estar atenta a estos signos

1. Pezones agrietados, cortados o sangrantes
Estas lesiones suelen ser causadas por un agarre incorrecto del bebé, una mala posición o una succión disfuncional. No es normal que la lactancia cause heridas visibles. El dolor persistente y el daño en la piel del pezón requieren evaluación y acompañamiento profesional.
2. Pezones aplanados, con forma de labial o líneas de compresión
Cuando el pezón sale deformado después de la toma, puede ser señal de que hay demasiada presión en la zona o una técnica inadecuada. Esto puede reflejar una compresión excesiva por parte del bebé o un mal acople al pecho.
3. Pezones con ampollas, conductos tapados o perla de leche
Las ampollas o puntos blancos dolorosos en el pezón, conocidos como perlas de leche, indican obstrucciones que dificultan el flujo de leche. Si no se resuelven, pueden generar dolor intenso y aumentar el riesgo de infección.
4. Pezones blanquecinos o con cambios de color (isquemia)
Cambios de color en el pezón, como palidez o tono azulado, pueden estar relacionados con vasoespasmo o el síndrome de Raynaud. Se suelen acompañar de dolor agudo o punzante durante o después de la toma, especialmente con exposición al frío.
5. Dolor en el pecho en distintas etapas de la lactancia
Dolor durante el agarre, mientras el bebé mama, después de la toma o incluso entre tomas, puede indicar múltiples causas: mal acople, infecciones, obstrucciones o sensibilidad en el tejido. No debería doler amamantar de forma persistente.
6. Drenaje incompleto o alteraciones en la producción de leche
El pecho que no se vacía bien puede provocar congestión, mientras que la producción baja o excesiva de leche también puede dificultar el proceso de lactancia. Tanto la hipogalactia como la hiperproducción requieren orientación y seguimiento.
7. Infecciones mamarias (mastitis aguda o subaguda)
Dolor localizado, inflamación, enrojecimiento, fiebre o malestar general pueden ser señales de una mastitis. Esta infección puede deberse a una obstrucción, una herida abierta o un vaciamiento incompleto del pecho.
8. Preferencia del bebé por un solo pecho
Cuando el bebé insiste en tomar de un solo lado, puede estar indicando incomodidad, diferencias en el flujo de leche o alguna dificultad postural o anatómica. Es importante observar esta preferencia para prevenir desbalances y mantener una lactancia eficaz.
9. Obstrucción, congestión o absceso mamario
Sensación de presión, endurecimiento o dolor en una zona del pecho puede indicar una obstrucción. Si no se resuelve, puede derivar en un absceso mamario, que requiere tratamiento inmediato.
10. Uso de pezonera de silicona
El uso constante de pezonera puede ser señal de que hay dolor, dificultades en el agarre o problemas anatómicos en el bebé (como frenillo lingual). Aunque puede ser una herramienta útil temporalmente, se recomienda siempre acompañarla de evaluación profesional.